Liderazgo transformador un talento que genere valor en la nueva era

 Ante la inminente necesidad de transformar los modelos de negocio dentro el nuevo ecosistema, urge pasar de la ideación y la planeación, a la acción. Ya no se trata de hacer las cosas de manera diferente. Se trata de hacer cosas diferentes, y para eso las organizaciones requieren líderes que sean capaces de materializar las acciones que se requieren para reinventar la organización, que acompañen a sus equipos en la apropiación del cambio, con poder de influencia y convicción para transformar la cultura existente y partir de ahí, lograr impulsar la innovación; que tenga la capacidad de avanzar en medio de la incertidumbre; pero sobre todo líderes que inspiren: que su trabajo los divierta y que tengan pasión en el discurso.

Entorno Digital con alcance Global

Los talentos exitosos serán los que se muevan bien en un entorno globalizado, que sepan aprovechar el poder de un negocio digital, convertir activos materiales en activos digitales, que lideren el paso hacia la personalización de la oferta de valor, que tengan la capacidad de gestionar espacios de discusión que generen en sus equipos más inquietudes que respuestas. Ejecutivos que tengan la capacidad de transformar el dato en información que genere valor. El manejo de las redes sociales se convertirá en una posición clave y de gran responsabilidad. Se requieren personas que tengan la capacidad de traducir la estrategia de comunicación corporativa, a unos pocos caracteres, garantizando que cada mensaje de dos renglones multiplique el valor de la marca. No se debe olvidar que las redes sociales no siempre suman. Cuando restan lo hacen de manera exponencial.

Transformando el ecosistema de mando

La organización está en mora de reinventar el rol de jefe para enfrentar los nuevos ecosistemas de mando organizacional. Urge transformar las jerarquías heredadas, hacia unidades de talento interdisciplinarias, donde converja talento de base técnica, analítica y matemática, con talento de base humanista, artística y creativa.

Sin duda, serán perfiles difíciles de encontrar. Por su puesto no se trata de conseguir ejecutivos súper estrellas. Se trata de formar equipos interdisciplinarios que sumen múltiples competencias. Que tengan la destreza para gestionar la inteligencia colectiva con la cocreación de espacios que fomenten el pensamiento creativo, para trasladar el conocimiento desde donde se tiene, hasta donde se necesita; y de esta manera apropiar la capacidad de encontrar, dónde está esa información distinta y valiosa, a partir del entendimiento de que “No se trata de encontrar nuevas respuestas, se trata de hacerse nuevas preguntas”. Esto permitirá construir ventajas competitivas difíciles de igualar.