SEGURO DE CRÉDITO COMERCIAL COGE FUERZA EN COLOMBIA DE LA MANO DE COMPAÑÍAS ESPECIALIZADAS

Alejandro Santamaria, Presidente para Colombia de Solunion

Los productores y comercializadores de bienes o servicios de todos los tamaños, en todos los sectores de la economía, que les otorgan a sus compradores créditos comerciales, se ven diariamente abogados al riesgo del impago, el que indudablemente compromete, no solo la rentabilidad y la liquidez, sino también la continuidad de la actividad empresarial. Frente a esto existe el seguro de crédito, producto diseñado para proteger e indemnizar a los empresarios cuando sus clientes quedan mal con el pago o entran en procesos de insolvencia (Ley 116 del 2017); cobertura que revierte especial importancia en momentos de incertidumbre y desaceleración económica.

El seguro de crédito comercial en modelos B2B, se ha fortalecido en los últimos años en Colombia, con operadores focalizados en este ramo, como Coface, Segurexpo y Solunion, quienes operan modelos de negocio, especializados para este producto, y procesos de toma de decisiones de riesgo con mejores prácticas internacionales, y una rigurosidad técnica gracias a fuentes de información robustas; análisis sectoriales, de mercados, comercio exterior, de riesgo país y tendencias de industria, además de procesos de servicio, atención, seguimiento, gestión de cartera y cobranza, propios para el segmento.

Este es el caso de Solunion, que nace a nivel internacional en el año 2013, y un año después en Colombia, como resultado de la alianza de dos grandes compañías aseguradoras, quienes unieron sus fortalezas y “expertiz” técnico: la española Mapfre y Euler Hermes, líder mundial de seguro de crédito.

 Alejandro Santamaría, presidente para Colombia de Solunion, resalta esos aspectos en los que el seguro de crédito comercial, sustenta su diferenciación y especialización, frente a otras coberturas de riesgo.                                                                                                                                                                                                                                                                                                        

¿De qué manera, los modelos de Seguro de Crédito, garantías y coberturas de riesgo generan valor al mercado?

“Yo creo que posibilitan el crecimiento a un mayor ritmo. Si yo estoy tranquilo porque mi cartera está asegurada, yo puedo aumentar las ventas a determinados clientes que de otra manera no lo haría si no estuvieran asegurados, y si esto lo analizamos bajo la perspectiva de las exportaciones, aún más, porque no tengo experiencia con los clientes nuevos y puedo ser más competitivo al no estar exigiendo una carta de crédito o un tipo de instrumentos un poco más difícil de implementar”.

¿Qué le sobra o que le falta al mercado de crédito en Colombia, y al ecosistema de instrumentos y coberturas de riesgo?

“Yo creo que al seguro de crédito le falta profundización, que crezca en el mercado, que más gente lo conozca y que los propietarios o financieros de las empresas vean o sientan que transfieren un riesgo como transfieren la responsabilidad de riesgo de un incendio. Es decir, por poner un ejemplo, en el caso de un incendio, poca gente se incendia, pero todo el mundo toma un seguro contra incendios; en cambio, en la cartera así vean más cercano el riesgo porque los clientes se les insolventan, porque con seguridad todas las empresas han tenido a alguien que no les paga, no tienen la consciencia de transferir ese riesgo o de decir que la probabilidad de que no me paguen a mí, la quiero trasladar a un seguro de crédito.

Esa consciencia no existe en el país. Y es precisamente lo que hacemos nosotros en el proceso de venta, capacitar y “evangelizar” en el producto, porque no se conoce y el proceso de convencer y de mostrar la necesidad a financieros o propietarios de compañías, se demora un buen tiempo”.